El DSM, en su quinta revisión, incluía una categoría denominada "Trastornos no relacionados con sustancias" que tenía el objetivo de englobar aquellas adicciones que no ofrecían un vínculo directo con consumos abusivos de sustancias y donde se recogía solo la categoría de juego patológico, basándose en el método científico y al menos hasta ese momento.

Un reciente estudio de la Universidad de Granada encuentra que la falta de regulación en la publicidad sobre el juego, sobre todo en formatos "online", donde campa impunemente, dificulta la regulación de emociones de personas que se encuentran afectadas por esta adicción y en las que la experiencia de emociones negativas conlleva un grave riesgo de abandono de tratamientos e incluso de recaída.
Resulta pues de interés general, una regulación de la publicidad utilizada en la promoción del juego, sobre todo el que se oferta a través de plataformas online, que presentan un riesgo añadido, teniendo en cuenta características como lo atractivo de su oferta, su disponibilidad o su privacidad.