Si tuviéramos que responder a una pregunta como "¿crees que Facebook influye en nuestro estado de ánimo?" en una reunión de amigos, la respuesta probablemente sería afirmativa basándonos en la experiencia cotidiana, este post podría servir para argumentar tal afirmación basándonos en la ciencia.
Hace tan solo unas semanas, un nuevo estudio de la Universidad de Carnegie Mellon, ubicada en Pittsburgh (Pensilvania) y que constituye uno de
los centros de investigación más importantes de EEUU en el área de las Ciencias de Computación y Robótica, encabezado por Moira Burke y Robert Kraut, relacionaba a la red social Facebook y al conjunto de interacciones sociales generadas de su uso, con el grado de bienestar y satisfacción que podía sentir un individuo cuando la utilizaba.
La investigación hacía hincapié, en que no toda interacción en dicha red social influye positivamente en el individuo, y por ende yo añadiría negativamente, y tan solo afectarían al estado de ánimo del receptor, aquellos comentarios o mensajes personalizados, que independientemente del contenido o longitud, eran generados por personas vinculadas en su vida.
El estudio apostillaba también, que cuando un usuario recibía un número de 60 comentarios de personas significativas, su bienestar psicológico podía incrementarse casi tanto, como el registrado en el momento de superar una prueba muy importante o conseguir una cita muy deseada.
Los datos del estudio se recogieron durante tres meses a partir de voluntarios, invitados a participar previa petición de Facebook, que compartieron a partir de la aceptación, las publicaciones, "me gusta's", actividad pasiva o comentarios de sus espacios personales.
Es probable que cuando las personas se sienten tristes, añadían los autores, decidan pasar más tiempo conectadas a las redes sociales, debido a que la interacción social a través de estas herramientas las influye positivamente.
De manera paralela, otro estudio de la Universidad de Brown, situada en Providence, que es la séptima institución de educación superior más antigua de los EEUU, liderado por Samantha Rosenthal y que contó con la participación de adultos jóvenes, halló que las experiencias negativas que podían sufrir las personas en Facebook podrían derivar en consecuencias importantes para la salud mental de las mismas.
En este segundo estudio se encontró que; alrededor del 80% de los participantes, habían
tenido al menos una experiencia negativa en Facebook (ENF) desde que
eran usuarios de la plataforma. Entre estas experiencias negativas se incluían: los malosentendidos, la intimidación, el acoso o los contactos no deseados entre otros.
Rosenthal señalaba que los usuarios y usuarias de Facebook tenían que ser conscientes de que su experiencia virtual no era menos impactante que su experiencia cara a cara y que, por tanto, idénticas emociones podían generarse de las relaciones con unas u otras.
Aunque hay que mostrarse crítico con ambos estudios debido a su novedad, sí es cierto que la precaución debería acompañar la utilización de estos servicios. Resulta importante apartarse, o al menos descansar, de los mismos cuando así se considere necesesario. El aparente anonimato de la red provoca que las conductas negativas sean
habituales y muchas veces estén presentes sin que ni siquiera nos percatemos. Es recomendable por este motivo, atender a señales en forma de avisos en nuestro entorno afectivo o cuando personalmente percibamos que nuestras experiencias virtuales no estén siendo del todo satisfactorias
Desde otra perspectiva: ¿Por qué no formar parte hoy de uno de esos 60 mensajes positivos que deberiamos compartir con los contactos de Facebook que nos importan para hacerlos sentir mejor?
gracias,la gente no entiende que abrir la puerta a facebook ,es como abrirle la puerta a alguien .lo invito con gusto a leer mi blog donde hablo de aplicaciones como facebook,si son mal utilizadas son un peligro : mobileswebtendencies.blogspot.com.co
ResponderEliminarGracias por tu comentario Luis Carlos. Lo visitaré.
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