Los numerosos mensajes integrados en el vídeo se han ido descubriendo gracias a la colaboración social de los y las internautas en la red, que han descrifrado poco a poco elementos que van desde imágenes subliminales o espectogramas acústicos a la utilización de código Morse o binario.
Las múltiples hipótesis sobre cuál es el motivo por el que está circulando el misterioso vídeo son solo una muestra del poder del fenómeno Internet en una cultura que no entiende de barreras.
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