Páginas

jueves, 31 de diciembre de 2015

Una última reflexión del año. Feliz 2016


Hoy, que nos abandona el año 2015, me gustaría compartir una idea, breve, sobre una cuestión relacionada con el tema que ocupa a este blog.

Durante este último año, la tecnología se ha instaurado, aún más, en numerosos entornos de nuestra existencia. Resulta bastante normal encontrar que ante ella surja en algunos sectores de la población cierta incertidumbre y, en ocasiones, incluso miedo. Ámbitos como el educativo, el laboral o sobre todo el ocio, han servido de tierra fértil para su propagación y han mejorado en gran medida cada uno de los mismos de una forma tan rápida, innovadora y atractiva que no resulta extraño que, a  veces, una falta de aprendizaje tecnológico nos haga agobiarnos o perdernos en la ingente marea digital.

Estoy seguro que poco a poco nos acostumbraremos a descifrar muchos de los entresijos que giran alrededor del mundo tecnológico, al igual que hemos terminado por resolver otros dilemas durante nuestra evolución. En el futuro, es probable que ciertas emociones que hoy ocurren frente a las tecnologías se disipen, mientras aparecen otras que nos sorprendan.

La salud es otro de los sectores donde la tecnología ha irradiado más sus raíces. Los dispositivos electrónicos nos ayudan a cuidarnos a nosotros mismos y también a nuestras personas más cercanas. Cumplen sus funciones desde cualquier lugar donde nos encontremos, además lo hacen en cualquier momento, sin importar horarios.

En la actualidad, el avance del ePaciente incide en el eProfesional y durante este próximo año, este último tendrá que dar un gran salto cualitativo para cubrir las necesidades de una población cada vez más informada e interesada por su salud.

Hace escasamente un mes, un estudio de la Universidat Oberta de Catalunya sobre "Diferencias de género y de edad en el uso de Internet para la salud, necesidades y búsqueda de ayuda en adolescentes", encontraba que tres de cada cuatro adolescentes, acuden a Internet para buscar información sobre su salud a través de herramientas como Google o Wikipedia. También se apuntaba que a mayor edad, más es la cantidad de búsquedas de temas relacionados con la salud que se realizan.
Lo interesante de estos resultados, no es haber encontrado un motivo más para restringir estas formas de consulta alternativa, como precaución sobre lo que pueda o no aparecer en los resultados de las búsquedas online, sobre todo cuando nos encontramos ante una salud pública que cada vez se encuentra más y más desbordada.  Lo interesante de este estudio, sería utilizar sus datos de una manera constructiva y positiva. ¿Cómo? Pues garantizando que en Internet existan plataformas de salud donde la información compartida sea fiable y las consultas que se realicen sean de confianza. Plataformas en las que se favorezca  la interacción de los profesionales de la salud con los pacientes, donde además, se promocione la accesibilidad de estos últimos a las mismas y las recomendaciones sobre su utilización. Esto solo es posible con el apoyo y difusión de las entidades responsables.
¿Es esta una circunstancia que solo afecta a nuestros jóvenes? Si tenemos en cuenta que un 64,3% de la población española entre 14 y 74 años utiliza Internet a diario y solo basándonos en el estudio antes mencionado, donde encontrábamos que; a más edad más consultas sobre salud, no dudaríamos en contestar que no.


Hace unos meses tuve la oportunidad de ver la película "Un amigo para Frank". En ella un anciano que vive solo y sufre demencia se ve obligado a convivir con un robot para que lo apoye con una asistencia sanitaria que sus familiares, debido a la falta de tiempo, no pueden proporcionarle. Su visionado puede ser un buen ejercicio de reflexión e incluso de debate.



En este día de final de año, donde seguramente muchos os hayan invitado a cenar o a compartir un buen momento entre familiares y amigos, a mí se me ocurre invitaros a ver la película "Un amigo para Frank" y os deseo, de verdad, un feliz 2016.




No hay comentarios:

Publicar un comentario