Psicología frente a
la dificultad
Una de las principales formas de tratamiento psicológico
cuando acudimos a una consulta es la terapia cognitivo conductual (TCC). Esta estrategia terapéutica, se utiliza a la hora
enfrentarnos y superar dificultades asociadas a nuestro estado de ánimo, cuando
sufrimos síntomas depresivos, trastornos de ansiedad o cuando tememos, de una
forma irracional e incontrolable, coincidir en el tiempo y espacio, con un
fenómeno determinado. Si alguna de las anteriores circunstancias aparecen en nuestra
vida, nos sentimos muchas veces incapacitados emocionalmente para tomar
decisiones, en ocasiones angustiados, nos reconocemos preocupados en exceso y
se limita nuestra capacidad de acción, dormimos peor, no nos apetece comer y no
podemos disfrutar de experiencias a nuestro alrededor, entre las que antes nos
sumergíamos con ilusión y vitalidad.
El nivel de efectividad de esta intervención cognitivo
conductual, para solucionar muchas de estas afecciones emocionales y de
comportamiento, está garantizado por numerosos estudios, tanto a nivel nacional
como internacional. Es por esto, que una organización independiente en la
promoción, prevención y tratamiento de la salud en Inglaterra como es NICE
(National Institute for Health and Clinical Excellence), recomiende este tipo
de terapia como un tratamiento de primera elección para buena parte de los trastornos
anteriormente mencionados.
Pese a que existen entidades, como la Organización Mundialde la Salud (OMS), que inciden en las ventajas económicas y psicosociales de
las terapias psicológicas, abordando la atención sanitaria desde una
perspectiva más humanizada, la terapia cognitivo conductual no es una
alternativa para todos los pacientes. La falta de tiempo, la dificultad de una
aislada situación geográfica, la situación particular o circunstancial de la
persona afectada o los costes que acarrea el tratamiento, imposibilitan en
estos casos el ejercicio del mismo, y se tiende, a tomar otras medidas más
rápidas o económicas que, sin embargo, a la larga, podrían acarrear otro tipo
de problemas.
Terapia On-line
Internet y las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC), en los últimos veinte años, han transformado la mayor parte de los sistemas
de nuestro entorno. En la actualidad, es casi imposible realizar una tarea
diaria sin encontrarnos, en algún momento de su desarrollo, relacionados con algún
dispositivo digital.
El ámbito de la salud no supone una excepción a la
influencia tecnológica. Pese a que un concepto como la tele-medicina, es decir;
la prestación de servicios sanitarios a distancia, no es novedoso, ya que una
simple conversación telefónica entre profesionales sanitarios supone un buen
ejemplo de esta práctica, es cierto que, junto a otros, como la tele-asistencia,
unido a la propagación de Internet y la revolución tecnológica, cada día justifican
más su existencia en la sociedad, manteniendo a las personas usuarias de estos
servicios en contacto permanente con personal sanitario e incluso
localizándolas de manera geográfica.
Las intervenciones psicológicas, tal y como ha ocurrido en
el resto de servicios sanitarios, también se han visto afectadas por el implacable
avance tecnológico y los especialistas han tenido que adaptar sus consultas, y
su ejercicio profesional, al mundo digital.
Las ciber-terapias, son intervenciones de atención psicológica
mediadas a través de Internet, donde este sirve de vehículo de intervención
terapéutica psicológica, cuando las circunstancias personales del paciente, o
del contexto, lo precisen y siempre que la dificultad a superar no requiera,
necesaria o recomendablemente, de la adopción de otra forma de terapia.
Entre las ventajas de la ciber-terapia, encontramos una
reducción de costes a través de una comunicación virtual y síncrona desde el
propio hogar, pero se permite además, una comunicación constante y sin horarios
de manera asíncrona, ubicua y con una facilidad añadida de acceder a
especialistas determinados.
El tratamiento cognitivo conductual gestionado a través de
Internet, se sustenta sobre los principios del tratamiento cognitivo conductual
cara a cara y en el mismo, al igual que aquel, el terapeuta ayuda al paciente a
enfrentarse a las dificultades que se le presenten, animando a cambios en sus perspectivas
de pensamiento y patrones de conductas, promoviendo así su bienestar experiencial
y aumentando y garantizando su calidad de vida.
Como la base de este tipo de terapia psicológica es la
persona y el objetivo del terapeuta es apuntalar e interpretar los pensamientos,
emociones y comportamientos del paciente, relacionándolos con la visión que
este tiene sobre el ambiente y el futuro, la terapia cognitivo conductual
resulta una de las intervenciones psicológicas especialmente recomendadas a la
hora de plantear sesiones utilizando plataformas digitales.
Confianza
Cualquier atención psicológica necesita de una relación de
comunicación precisa y abierta entre paciente y terapeuta. En cada una de las
sesiones se ha de establecer un clima de confianza que permita el flujo de
información entre ambos y favorezca el intercambio de puntos de vista.
Cuando se inicia una terapia On-line, no resulta
imprescindible que el paciente esté familiarizado con los dispositivos
electrónicos, porque generalmente están diseñados para un sencillo manejo,
además de ser habitual que exista alguna figura del entorno del paciente que le
ayude a superar los primeros escollos, pero lo que sí supone un aspecto de suma
importancia, es el relativo al vínculo de confianza en las sesiones y para
esto, el paciente ha de tener la certeza que cuando se ofrece la atención a través
de Internet, ésta es tan efectiva como la que se desarrolla en las consultas
presenciales.
Debido a esto, en los últimos años, se han llevado a cabo
varios estudios con el objetivo de garantizar la efectividad de las
intervenciones online, en relación a las formas tradicionales de tratamiento.
Un estudio en 2013 de Wagner,
Horn y Maercker, encontró que la forma On-line de consulta resultaba tan
eficaz como el tratamiento cara a cara en casos de depresión. En 2015, también David Gratzer y Faiza Khalid-Khan, encontraron
suficiente información como para garantizar la adopción de la TCC On-line en la
atención psiquiátrica clínica.
Este pasado mes de diciembre de 2017, se ha publicado una
nueva revisión sistemática dirigida por Gerhard
Andersson, Pim Cuijpers, Heleen Riper y Erick Hedman-Lagerlöf, que vuelve a
encontrar similares resultados cuando vuelven a comparar la ICBT (Terapia
Cognitivo Conductual a través de Internet) con la TCC cara a cara, afirmando
que los dos formatos de tratamiento son igual de efectivos en casos de
trastornos de ansiedad social, de pánico, síntomas depresivos, insomnio, fobias
a arañas y serpientes o fibromialgia entre otras.
Por otro lado, uno de los requisitos a la hora de elaborar
los diseños de los módulos de tratamiento On-line, es la imitación de los
tratamientos que se ofrecen cara a cara, por lo que parece normal que los
resultados obtenidos en una y otra forma arrojen datos similares.
En conclusión,
las ciber-terapias o terapias On-line son hoy, una opción más de tratamiento
psicológico. Se pueden adaptar a situaciones personales concretas, son cómodas
y eficaces a la hora de solventar ciertas dificultades que se nos puedan
presentar en nuestro camino vital. Además, la posibilidad de que las sesiones puedan
ser alternadas de manera presencial y virtual, permite que estas se
complementen mutuamente y de esta forma presten un mejor servicio de atención.
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