La brecha generacional es una línea imaginaria que separa las sucesiones genealógicas y que se sustenta en las experiencias vitales de los individuos dependiendo del momento histórico en el que se encuentren.
La brecha generacional, hoy, se ve en gran medida afectada por el uso de las nuevas tecnologías y esto ha generado que hablemos de la brecha digital.
En este tiempo de cambios inmediatos, los jóvenes consumen tecnología a una gran velocidad, sintetizando su uso en funciones, que en ocasiones, están algo separadas de los objetivos con las que fueron creadas y mientras ocurre esto, los adultos todavía están terminando de analizar todas las características de las mismas. Ambas generaciones se rinden a comportamientos diferentes, propios de su momento histórico, que provocan un distanciamiento aún más acusado que el de generaciones anteriores.
La sociedad actual se encuentra en una transformación constante, una mutación latente que ha llevado a exigir un cambio profundo en el sistema educativo y que afecta a las relaciones entre padres, madres e hijos/as.
Es necesario eliminar ciertas barreras que impulsan los conflictos y establecer un ambiente comunicativo a partir de un idioma común. Se ha de promover un aprendizaje tecnológico adecuado y adaptado que permita una comunicación global óptima dirigido a toda la población.
Cuando el conflicto supera las expectativas y necesidades de ambas partes, la figura de un mediador puede ayudar a superar los límites que impiden una construcción positiva del ambiente. El mediador puede establecer los lazos adecuados para un entendimiento mutuo a partir de un diálogo efectivo.
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