Las nuevas tecnologías han modificado la mayor parte de los aspectos vinculados al desarrollo del ser humano. El ámbito sanitario no ha sido ajeno a esta situación y ha adoptado nuevas herramientas y formas de intervención que abren un abanico de oportunidades en la atención personal.
El concepto de telemedicina aglutina cualquier actividad de tipo diagnóstico o terapéutico que se realice a través de medios electrónicos y ha supuesto una auténtica revolución en el estado del bienestar
Los dispositivos electrónicos permiten al paciente interaccionar con el profesional sanitario, muchas veces en tiempo real, para realizar cualquier consulta en relación a su tratamiento.
Con este objeto, además de las herramientas de uso común como el teléfono, la mensajería instantánea o el Email, existen en la red plataformas que resultan muy útiles, sobre todo cuando surge cualquier dificultad de acceso presencial entre el paciente y el profesional.
En la red, se encuentran también disponibles aplicaciones para
Smartphones que permiten al/a la usuari@ reconocer síntomas, realizar un diagnóstico
orientativo o regular una determinada circunstancia sanitaria que se estuviera padeciendo. Apps como Socialdiabetes, tuembarazo o Catchmypain son solo algunas de la amplia gama que existe en el mercado, tantas que, desde hace bastante poco, están empezando a ser controladas por diversos medios como "el informe de las 50 mejores Apps de salud en español" o la actividad de organizaciones como U.S. Food and drug administration por el riesgo que puede ocasionar en la salud del individuo.
Las localizaciones geográficas con problemas de comunicación, debido a las inclemencias del tiempo o de su relieve, son especialmente sensibles a que estos servicios tecnológicos de la salud se conviertan en una posibilidad de actuación.
La teleasistencia es otro servicio bastante usado entre personas que viven solas. Consiste en un aparato, generalmente en forma de pulsera, conectado al teléfono fijo que permite al paciente solicitar ayuda en caso de urgente necesidad desde su domicilio.
En relación a la salud mental, la telepsiquiatría, según manifestaciones del doctor Carlos de las Cuevas Castresana, profesor titular de Psiquiatría de la Universidad de La Laguna, durante su intervención
en el VII Congreso Nacional de la Asociación Española de Psiquiatría
Privada (ASEPP), celebrado en San Sebastián el pasado mes de mayo, ha presentado "un alto nivel de aceptación y satisfacción por parte de los
usuarios, así como una probada eficacia clínica en este entorno
asistencial".
La salud mental en las cárceles, que supone uno de los principales motivos de atención después del Sida, se ha beneficiado de la teleasistencia psiquiátrica. A través de ella se permite realizar la intervención con un coste cero, al reducir el desplazamiento de los presos, lo que en ningún caso significa que desaparezcan las visitas al centro penitenciario.
Pese a que se reconocen las ventajas de la telemedicina y existe una gran aceptación por parte de comunidades sanitarias como la psiquiátrica o la psicología que la usa habitualmente, su implantación en centros sanitarios resulta todavía baja.
Hay que hacer hincapié en que el uso de las nuevas tecnologías proporciona siempre un apoyo y no actúa como sustitutivo de la terapia tradicional. Tampoco es recomendable su uso cuando los diagnósticos son complejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario